con vos, me convertí en el ancho cielo,
mis dedos diez estrellas luminosas,
mi boca desató lluvias copiosas
en el zenit augusto del anhelo
.
con vos, fui muchas sendas en el suelo,
el mar lleno de olas misteriosas,
viento azul que cantaba mudas glosas
jugando entusiasmado con tu pelo
.
con vos, ¿que no sería?, qué no, dime
si pueblas a mi ser de ensoñación
de ganas de vivir, de tantas ganas,
.
que en nombre del amor, oigo campanas
tañendo por nosotros cual unción
porque lo nuestro es sacro y es sublime
.
a mi esposa, que no duda que es así
mis dedos diez estrellas luminosas,
mi boca desató lluvias copiosas
en el zenit augusto del anhelo
.
con vos, fui muchas sendas en el suelo,
el mar lleno de olas misteriosas,
viento azul que cantaba mudas glosas
jugando entusiasmado con tu pelo
.
con vos, ¿que no sería?, qué no, dime
si pueblas a mi ser de ensoñación
de ganas de vivir, de tantas ganas,
.
que en nombre del amor, oigo campanas
tañendo por nosotros cual unción
porque lo nuestro es sacro y es sublime
.
a mi esposa, que no duda que es así
Pues es algo maravilloso sentir así Omar, ciertamente, el amor en el matrimonio es algo sublime...besos.
ResponderEliminarHermosos versos sentidos y plenos de cariño.
ResponderEliminarEl amor es un sentimiento sublime.
Un abrazo de MA.
El blog de MA.
suena bien, supongo que sabe mejor ¡¡¡¡ salut
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarQue os dure siempre.
así es bueno oír campanas, sin duda...
ResponderEliminarGracias Rocío, MA, Miguel, Toro Salvaje y 'profe'
ResponderEliminarsaludos a vosotros