un soneto entre rimas

el tiempo pasa

todo lo cambia el tiempo, amada mía
un cielo azul y diáfano en tormenta
una vida en su muerte
ilusión en fracaso o en alegría
.
cambia noches de amor en un mal día
una palabra simple hace violenta
vuelve memoria viva a quien se ausenta
y una pasión enfría
.
porque el tiempo lo puede todo amada
agita mares, vientos y los sueños
alborota las vidas
los recuerdos parecen tan pequeños
.
él no tiene amistades ni creyentes
no perdona segundos de existencia
pasa y pasa, indomable,
y se ríe de nuestra decadencia
.


advertencia

 poca, nada, no tengo fortaleza
esa fuerza en los brazos no la quiero
en mi conciencia y fe yo la prefiero
que nutre dignidad a mi pobreza  
.
no me encadenaré a tonta tristeza 
ni andaré el rumbo cruento del dinero  
no cejaré jamás mi derrotero
del amor, la amistad y la franqueza
.
donde sea que un día me detenga
a juzgar mi destino ya pasado
que mala muerte venga y sobrevenga
.
condenado a la negra oscuridad
si a ningún ser viviente le hube dado  
razones de sentir felicidad
. 


vuelto mito

privado de su ejercicio
de halagar vida y mujer,
el poeta al fallecer
llegará a un mundo ficticio
.
munido de su poesía
lo entierra el sepulturero,
muy bien muerto el caballero
sin fe, juicio ni hidalguía
.
pasado el tiempo después
alguien habla de nobleza
de su camino y sus pies
de su ideal y cabeza
.
lo vienen a descubrir
cual eslabón que faltaba
la crítica va escribir
que como el oro brillaba
.
he aquí algún poema escrito
tan vivo como el difunto
que olvidar no necesito
ni cuestiono, ni pregunto
.
el muerto se ha vuelto mito
y sin poderlo gozar
pues por la vida ha pasado
como un viento en su soplar
.
sin buscar yo le he encontrado
era aguja en un pajar
y dentro de mi,  clavado
un verso sin terminar
.