casi verdad

Las mieles de soñar un imposible
quedan en los panales misteriosos
de ese bosque impaciente de los gozos
que nos hace creer algo increíble.
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al despertar el gusto agrio indecible
golpea con fiereza los hermosos
besos imaginados, que sabrosos
nos dejan un sabor casi imperdible
.
¡Oh dioses de lo onírico no sigan
abrumando mi alma tan herida
con los sueños de loca fantasía!
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Quiero voces nocturnas que me digan
que todo lo posible de la vida
sobra para vivir con alegría...
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