ni dulce ni salado ¡nada! ni credo ni raza
pues ni hombre ni mujer, ni adinerado ni peón;
para la vida, para la muerte, ¡igualación!
en ese cernedor nada se queda y todo pasa
.
en oscuro escondite, en las más gruesa coraza,
entregada el alma al diablo o a la religión,
nuestro último día con armamento de caza
lanzará el final y terminará la función
.
¿quien, en aciago día, tuvo la gran osadía
de escribir el libreto de esta trágica comedia?
.
no hay ser que disfrute el tiempo de la eternidad
no hay siquiera otro nuevo y maravilloso día
.
por eso viviré el tiempo de mi justa edad
sin importarme nunca si la muerte me asedia
.
Eso es porque estás vivo y sientes la vida en cada verso. Besos.
ResponderEliminarMe encantó!!!!abrazo
ResponderEliminarQue son dos días.
ResponderEliminarMuy atinado.
Saludos.
Como bien dices la muerte nos iguala a todos y a todos llegará...Precioso poema-reflexión, Omar...Vivamos cada instante, sin pensar en el final..
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.
M.Jesús
ESO A VIVIR EL DIA A DIA CON LA MAXIMA FELICIDAD.
ResponderEliminarBesos
mar
Ni ayer, ni mañana, hoy es el momento. Lindo poema.
ResponderEliminarmariarosa
Así es, no queda otra.
ResponderEliminarSaludos
David C.