la lluvia no quisiera jugar con hojas muertas
no tiene la tontera del viento del otoño;
ella es vital, madre de frutos en las huertas,
él es recio, rebelde, tanto como bisoño
.
desde mi ventanal mis ojos de niño miran
como ella y él exparcen por las veredas
muchas hojas y gotas de lluvia que suspiran
y les oigo cantar cual dulces griegas aedas
.
¡no vayas a salir! suena la voz maternal
y me quedo así, un tanto triste mirando...
pero sigo buscando en el cielo la señal
de que sea tan solo lluvia y viento jugando
.
pasa el tiempo, lento, anodino y yo pienso:
¿porqué se quejarán nuestros padres cuando llueve?
si acaso alguien sufre, soy yo, por indefenso
porque temen mis padres que un mal viento me lleve
.
ah! los padres y los hijos y su protección.
ResponderEliminarPorque quieren estar cerca de ti. Besos.
ResponderEliminarHaya o no motivo objetivo de temor, los padres pecan, si acaso, de extremar la sobreprotección. No hay que reprochar nada. Los que somos padres sabemos bien lo que significa tener hijos...
ResponderEliminarUn abrazo
jeje supongo que en muchas ocasiones los niños no comprenden a los mayores, nos miran con la incredulidad de quien no sabe de males y siente que le cortan las alas de su hambre de juego y libertad.
ResponderEliminarUn abrazo
Bello poema donde el recuerdo se asoma a la vez que el temporal.
ResponderEliminarUn abrazo
Los padres siempre sufren por los hijos. Es de ley.
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