en la noche, se oye un gran estruendo,
despierto con temor mientras dormía;
vi que la barca humilde se rompía
y entre el grito brotó, un llanto horrendo
.
me hundí pero aún seguí oyendo
música de la muerte que surgía
entre negras entrañas de la ría,
sabiendo que mi vida iba huyendo
.
con miedo me impulsé sobre undoso
mar que inocente traga otras vidas,
saqué fuerzas vitales inefables
quizá por convertirme poderoso,
pero entre proezas de suicidas
cavan tumbas de mar, hombres culpables
.
Muy profundo, t e mando un beso
ResponderEliminarNo hay nada más triste que ser inmigrante.
ResponderEliminardejar tu casa, tu familia, tus amigos, tu religión, tus costumbres, tu idioma y a tus muertos enterrados no ha de ser fácil
Un mar inmenso. Como un cementerio.
ResponderEliminarTriste vida del humano.
ResponderEliminarSentido poema que lleva un gran mensaje.
Saludos.