esa sangre
que no es tu sangre ni mi sangre
pero corre
y corre por unas calles
y otras veredas
de un barrio allá quien sabe donde queda
mientras un estúpido te dice
tranquilo
que la esquirla no golpeará tu ojo
ni el humo se meterá en tus pulmones
tranquilo
revuelve el café
que la tonta azúcar se queda en el fondo
entonces
revuelves
como se revuelve el herido
agarrándose la herida
como si con el intento pudiera detener
el próximo disparo
pero no hace más que sangrar todavía más
y pienso
que su sangre es la mía y la tuya
porque nos desangran
mientras la taza vacía aún está tibia
.
claro no zumba el misil sobre el techo
ni hizo crash ninguna bala en la cortina de plástico
pero vamos
tu lo sabes y yo lo sé
que se están matando
porque quizás sean sordos y no escucharon al papa advertirles
que irán al infierno
un infierno que si es peor que el infierno que viven
ya te cuento
.
la sangre
esa, que no es tuya ni mía
pero se desparrama
pintando adoquines, baldosas, paredes, mesas, sillas y tazas
donde el café estuvo caliente alguna vez
como ese
el que tomamos mientras
en la tertulia arreglábamos el mundo
porque somos revolucionarios
concientes
esclarecidos
y las tenemos todas con nosotros
porque nos asiste la razón
.
ah, me olvidaba
hoy tengo peluquería
mañana el café lo pago yo
.
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saludos