cuando adormilo noches estrelladas
en que hago aparecer a los recuerdos,
repaso tantos bienes deseados
y lamento vivir entre mis nadas...
.
vuelto el día deambulo por calladas
calles del conformismo a pasos lerdos,
porque así la existencia tiene atados
mis sueños a mis noches desgraciadas...
.
entre tantas quimeras y desvelos,
una revelación clara me advierte:
.
que cual fruto agridulce de la vida
soñar y el esperar también nos cuida
de acercarnos incautos a la muerte
porque mientras vivamos hay consuelos...
en que hago aparecer a los recuerdos,
repaso tantos bienes deseados
y lamento vivir entre mis nadas...
.
vuelto el día deambulo por calladas
calles del conformismo a pasos lerdos,
porque así la existencia tiene atados
mis sueños a mis noches desgraciadas...
.
entre tantas quimeras y desvelos,
una revelación clara me advierte:
.
que cual fruto agridulce de la vida
soñar y el esperar también nos cuida
de acercarnos incautos a la muerte
porque mientras vivamos hay consuelos...
Querido, ya sabes que para mí, sólo decir soneto es como una medalla, como una bandera, una disciplina que uno elije voluntariamente y ese mérito te lo quiero reconocer sin ninguna cortapisa. Un abrazo
ResponderEliminarConsuelo y aliento hasta el último segundo.
ResponderEliminarConsuelo. Eso es importante.
ResponderEliminarHermoso soneto, Omar.
Un abrazo.
Eso dicen, pero hay consuelos que no gustan ¡
ResponderEliminarConsuelo, y sueños que nos permiten seguir viviendo.
ResponderEliminarHola Oscar!! Hermoso amigo, es verdad, cuando estamos vivos podemos encontrar nuevos sueños y esperanzas.
ResponderEliminarUn abrazo
Es un bello soneto de la apología de la esperanza; ella qué nunca falte!
ResponderEliminarAbrazos.
Hermoso tu soneto, como todos los que te leo.
ResponderEliminarEl último verso es el perfecto remate a los anteriores.
Te felicito, Omar
Saludos
Ío
Sí, amigo Omar, el consuelo es importantísimo para continuar el rumbo.
ResponderEliminarMuy buen poema.
Salud
Francesc Cornadó
Soñar y esperar nos hace personas, para bien o para mal.
ResponderEliminarGracias inmensas, Antonio, Pedro(Profe), Gaucho, Miguel, Francesc Puigcarbó, Gabriela, Nesmedu, Ío, Francesc Conardó y Delgado, gracias por vuestras gentiles y alentadoras palabras.
ResponderEliminarun gran abrazo
Y lo último que muere es la esperanza, amigo mío. Celebro tu soneto, tu oficio y tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias totales, Julio, un honor para mi,
ResponderEliminarsaludos fraternos
Me ha hechizado -especialmente- este soneto.
ResponderEliminarMaravilloso blog, Omar, una delicia pasearse por tus palabras :)
Un abrazo
Gracias por acercarte Lía, saludos
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