lloro
Quiero reír y el llanto no me deja,
sonreír por lo menos, tanto en cuanto,
o mantener el rostro sin el llanto,
pero con intentarlo más me aqueja...
.
Secos los ojos quiero ver su queja
seca también la marca del espanto,
seco el remordimiento cuan un manto
que tapa la penuria o bien se aleja...
.
Pero me llora el alma en desconsuelo...
el pecho me está ardiendo como un fuego,
que quisiera se abriera el mismo suelo
y caerme al abismo triste y ciego...
.
lloro y me llora el alma, ¡triste juego
del maldito dolor!
de un amor convertido en frío hielo...
la palabra
a veces es un aire con verdades
que vuela con el viento leve y puro;
a veces es un aire vil oscuro
que no tiene ni trae cualidades
.
hay aires buenos y otros de maldades;
el que promete y otro del perjuro;
del vuelo fácil ó, el sin apuro;
causan placer o crudas tempestades
.
las palabras no tienen dos mitades
son lo que son, remanso o alto muro;
cual un arma de fuego sin seguro
que disparan las voces
de mentiras y de sinceridades
.
Impecables e implacables. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarNo entiendo de métrica, pero sí sé lo que me llega y lo que he leído me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarSaludos
Me han encantado los dos poemas, Omar. Pienso que, al igual que yo misma, eres feliz escribiendo en clásico, amigo. Somos apasionados de la métrica y la rima.
ResponderEliminarFelicidades y besos.
Muy bueno ,si señor.
ResponderEliminarabrazo.
De ahí que muchos quieran abaratar el llanto y la palabra.
ResponderEliminarBuenos textos.