Mis palabras
están arrepentidas
de tener mis poesías de moradas,
Lloran sobre
el papel arrinconadas
(se sienten mal y temen por sus vidas)
Ay si
algún día fueran bendecidas
en versos o en prosas delicadas
O al menos
de mi mismo apartadas
y a un poeta virtuoso, ofrecidas
.
Mi mano
diestra quiere entumecerse,
mas la tinta del alma le reclama
Letra tras
letra, versos quieren verse
dentro del corazón cual una flama
Que no
apagan lágrimas lloradas
ni una lluvia de penas lamentadas
Yo, que siempre trabajo y me desvelo
por parecer que tengo de poeta
la gracia que no quiso darme el cielo.
CERVANTES
Eres poeta te lo digo sin que quepa duda.
ResponderEliminarUn abrazo
benditas palabras de un poeta.
ResponderEliminarun abrazo
Cuando es el alma y el corazón quienes los impulsan, los versos nacen con la enjundia y la musicalidad de quien sufre o siente. Allí radica la grandeza de una poesía, en su capacidad de transmitir la emoción con la que fue creada.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Tus palabras tienen que estar contentas de bailar en tus poemas, aunque esta vez sean tristonas las letras.
ResponderEliminarBonito y humildes versos los de Cervantes.
Un abrazo.
Me gusta mucho tu poesía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo creo que tus letras ya están bendecidas por vivir entre tus dedos y salir de ellos en forma de poema o prosa poética, pero siempre gráciles y con rima.
ResponderEliminarUn abrazo.
*a la diestra
ResponderEliminarni yerros la contrarian
y entre letras /perdura*