Está mostrando sus manos callosas
cual fuera tributo de la
adversidad,
es que la calle fue la universidad
que le enseñó sobre todas las cosas
Las muestra como aquellas
orgullosas
banderas rojas de solidaridad,
lo hace en enhiesta majestuosidad
porque son manos y también son
rosas
Han cargado el martillo de la vida
para golpear fuerte la esperanza
de techo, pan, escuela y la comida,
¡y aunque golpea tan, tan, tan, no
alcanza!
Hechas sus manos la carne dolida
pues poder y egoísmo tienen alianza
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saludos