van conmigo hacia la poesía...

la vida somos cada uno de nosotros

sin ningún recuerdo
sin ningún pensamiento
cruzó la ancha calle principal del pueblo
lleva en un balde de latón, dos camisas y dos pantalones
perdido entre las prendas un jabón con las puntas redondeadas
es cual un canto rodado que trajo el río
su vestido de percal tiene un delantal gris que lo abraza
sus zapatos son negros y toscos de donde nacen pantorrillas blancas y bien torneadas
pero allí va, la joven de belleza inefable
.
en la vereda que da a su frente unos niños retozan
al parecer podrían ser gorriones grises inquietos y la imagen sería la misma
una bandera se deja caer en un mástil herrumbrado
y sentado en un trozo de tronco, un viejo soldado con su uniforme sureño habla para sí
.
por encima de un muro de piedra las cinacinas se asoman curiosas
al tiempo que dan un morado tono al cielo nublado y sombrío
.
la fuente está rodeada de mozas que fregan prendas ajenas
no parecen madres ni hijas, parecen espectros que danzan alrededor de la fontana
el agua turbia se altera por el chorro de agua que sale de unos sapos de piedra
los aros formados tienen vitalidad fresca al centro rodeada de aros de espuma
nadie más que el viejo soldado habla, el resto es silencio
.
¿qué tendrían que contarse los que no conocen otro paisaje?
¿qué preguntar?
tanto la alegría como la pena siempre viste a las personas de este lugar
entonces, ¿qué comentar?
.
ella llega a la fuente
se arrodilla y suspira
al momento que el sol se abre paso entre las nubes
la joven sirvienta alza sus brazos y grita
¡quiero vivir!
¡quiero vivir!
.
los niños siguen correteando
las mozas siguen lavando ropa
el viejo soldado murmura sus recuerdos casi casi en silencio
solo las cinacinas se encienden moradas sobre el muro de piedra
.
todo es rutinario en este pueblo
y mucho más en la ancha calle principal
.
volví a mirar a la joven
ya el sol había vuelto a ocultarse
¡qué gris me pareció aquella muchacha!
¿será cierto que todos nos mimetizamos con el medio?
ay pobres de aquellos que sueñan la vida en medio de tanta rutina
de los que se olvidan de los colores que tienen las pláticas amistosas y las sonrisas
ay de aquellos que se dejan envolver por el silencio
.
el habitat no es culpable
todo puede ser cambiado y todo puede ser mejor
los sonidos de las voces
las sonrisas
la tibieza de la relación humana
todo puede ocurrir
porque todo está en nosotros
.


3 comentarios:

  1. La vida es del color que queramos. Si rosa o negro es nuestra elección.

    Beso

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  2. Me ha parecido un gran poema Omar.Has pintado la rutina cotidiana con matices de intensos colores,y no me refiero solamente a las cinacinas (palabra nueva para mí) sino a la forma de narrar las escenas cual escritor costumbrista definiendo la más pura realidad pero pintándola de atractivos matices.Crecí en un pueblo pequeño y tu poema me ha llevado hasta él y hasta mi infancia...

    Abrazos.

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  3. Emocionante y muy bonito.
    Enhorabuena
    Un abrazo

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saludos