lo que mata no es la muerte, mata
tu larga indiferencia, cual cuchilla
que penetra por entre la costilla
y mi sangre por dentro desbarata
.
tu mirar furibundo te delata,
como un sol del ocaso rojo brilla,
¡ay! mi vida no tiene barandilla
y si caigo ¡Amor! ¿quien me rescata?
.
sientes inesperado tal hastío
puesto que es fenecido el amor
-no, nunca te pondrás en lugar mío-
.
nunca sabrás del trágico dolor
solo un secreto cruel yo evidencio
cual un muerto, gritando su silencio
.
tu larga indiferencia, cual cuchilla
que penetra por entre la costilla
y mi sangre por dentro desbarata
.
tu mirar furibundo te delata,
como un sol del ocaso rojo brilla,
¡ay! mi vida no tiene barandilla
y si caigo ¡Amor! ¿quien me rescata?
.
sientes inesperado tal hastío
puesto que es fenecido el amor
-no, nunca te pondrás en lugar mío-
.
nunca sabrás del trágico dolor
solo un secreto cruel yo evidencio
cual un muerto, gritando su silencio
.
Tus poesías, como simpre son estrellas de los bellas que son, enhorabuena.
ResponderEliminarBs.
Trite y fuerte,abrazo
ResponderEliminarNo hay más triste que un amor perdido . Te mando un beso
ResponderEliminarA todo el mundo le gusta que le miren, pero a nadie le gusta que le observen.
ResponderEliminarSalut
La indiferencia puede causar mucho dolor.
ResponderEliminarMe gusta gritar ese silencio.
un abrazo.
La intensidad del dolor se destila entre tus versos.
ResponderEliminarComo dice Mariola, la indiferencia duele, duele mucho.
una lluvia de besos
cuánto duele la indiferencia de la persona amada, ¿verdad?
ResponderEliminarBuen soneto.
Omar .... dolor en tus letras por su indiferencia.
ResponderEliminarBello soneto !!
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