porqué amo tanto lo perdido
y no conforma lo que tengo
.
mi voz es la miel pegagosa
en el aroma de los vientos
mi voz es arrullo de niño
que nace con destino yermo
.
la cuna es color del lucero
y no tiene luz en su cuerpo
mi vida se ha vuelto de hielo
pues no conozco su misterio
.
las nanas que antes le canté
retumban en mi pensamiento
llagando la herida que nace
en los gritos de su silencio
.
porqué amo tanto lo perdido
y no conforma lo que tengo
en leche incubo tanta rabia
que voy sintiendo el pecho muerto
.
ay cómo huelen sus manitas
a hierbas buenas de mi huerto
que fino ese perfume nuevo
de mi niño, del niño enfermo
.
que dolor, tan y tan profundo
que los sentidos ya no siento
quiero irme con él, al abismo
para dejar de sentir miedo
.
no, no me lo quiten, jamás
llévenme al triste cementerio
que si hay muertos, la muerta soy yo
¡los niños buenos van al cielo!
.
Lloro, Omar, Lloro...
ResponderEliminarMe rompiste el corazón. No hay mejores palabras para un dolor tan grande, que las que haz dicho en este poema.
ResponderEliminarMaría
Se me han humedecido los ojos de tanto dolor que se percibe y no puedo ni quiero imaginar sentir nunca, como madre que soy.
ResponderEliminarAbrazos.
Se me ha estremecido el alma, bello y conmoverdor poema. Un abrazo!
ResponderEliminarMe has revuelto el alma, oh!, que belleza más triste.
ResponderEliminarBesos
ResponderEliminarQue tristeza se me quedó adentro al leer, Omar.
Este dolor ha de ser el más grande de los dolores, lo es.
Y ha dolido el poema.
Saludos
m.
Bello y triste recoge todo el dolor de una madre.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
porque amo tanto lo perdido...
ResponderEliminarMe encanta Omar. Un beso.