el hambre del silencio me amenaza,
mientras en la penumbra deseosa
la soledad se oculta maliciosa
para herirme, si tu ausencia fracasa
.
un viento negro oculta tu recuerdo,
es cual un enemigo en mi cabeza;
golpea y me golpea su torpeza
al límite de estar loco y no cuerdo
.
fantasmas especulan acechándome...
desde sus escondrijos tenebrosos,
ríen de mis momentos angustiosos
y termino en mi llanto ocultándome
.
como ríe el revólver en la mesa,
sus carcajadas mudas me enloquecen;
mis manos temblorosas miedo acrecen
cavando la profunda y negra huesa
.
mientras en la penumbra deseosa
la soledad se oculta maliciosa
para herirme, si tu ausencia fracasa
.
un viento negro oculta tu recuerdo,
es cual un enemigo en mi cabeza;
golpea y me golpea su torpeza
al límite de estar loco y no cuerdo
.
fantasmas especulan acechándome...
desde sus escondrijos tenebrosos,
ríen de mis momentos angustiosos
y termino en mi llanto ocultándome
.
como ríe el revólver en la mesa,
sus carcajadas mudas me enloquecen;
mis manos temblorosas miedo acrecen
cavando la profunda y negra huesa
.
Este poema asusta eh...
ResponderEliminarEs bueno.
Saludos.
espero que sea retórico.
ResponderEliminarOye.Oye. No querrás ser
ResponderEliminarun Claudio de Alas ¿No?
Tranquilo amigo
Tamally maak
Me ha evocado a Poe, a la desesperación de sus últimos años, tras la pérdida de su esposa, y a su trágico y misterioso final. Abrazos.
ResponderEliminarMi agradecimiento, Toro, Francesc, Daniel y Salomé
ResponderEliminarun gran saludos a vosotros